No es suficiente una vida para conocer todas las especies animales y vegetales que viven en un hábitat tan rico como son las Salinas de O Ulló y Larache y sus alrededores. Pero podemos hacer hincapié en algunas que nos asombran, que destacan y que no pueden pasar desapercibidas para cualquier visitante del lugar o vecino de Vilaboa.
Conoces la lechuga de mar?, cómo eran las escobas de los tiempos anteriores al nuestro?, sabías que antes de la patata estaba la castaña?, que junto las ortigas que pican tenemos el antídoto?, que existe un “azoutacristos” (rusco) en el bosque?.
En este espacio crecen lechugas en el mar (Ulva sp.). Pero no son las lechugas de las huertas, sino un alga marina que se asemeja a las de tierra, y que también tiene propiedades culinarias. Este alga, que crece sobre las rocas o directamente en la arena, incluso sobre otros seres vivos como el mejillón (Mytilus galloprovincialis), pueden llegar a conformar verdaderas praderas o “huertas” en las zonas poco profundas y con mucha luz del sol.
Antes de que se inventasen las escobas de plástico y aluminio en nuestras casas teníamos una “escoba”. Una rama larga de la retama o “xesta das vasoiras” (Cytisus sp y Erica sp.) atada en el extremo para juntar sus tallos de modo circular. Fue la herramienta de limpieza de los suelos de las casas y tabernas de la costa y del interior; y también el vehículo principal de transporte de las brujas...
El castaño (Castenea sativa) tiene como fruto las castañas. En el magosto de noviembre cada castaña es el alma de un difunto que venía a festejar el día y la noche. Con indicios de que las castañas llevan entre nosotros desde las últimas nieves perpetuas, fueron los romanos los que introdujeron variedades más productivas, junto con el vino, que se fueron adaptando a nuestro clima.
Fue alimento hasta el siglo XIX , cuando la patata (Solanum tuberosum) y el maíz (Zea mays) tomaron el primer puesto en la alimentación. Se comían asadas, pero también cocidas, en el caldo e incluso con leche. Los erizos son buenos combustibles y las castañas también alimentan el ganado doméstico y la fauna salvaje.
Dicen que si te mantienes sin respirar, las ortigas (Urtica dioica) no pican. Pero lamentablemente todos tenemos el recuerdo del picor que provoca esta planta que crece en las vegas y orillas de caminos. Lo que mucha gente desconoce y que su antídoto suene crecer a un lado de ellas. Se trata de la menta y de los mentrastes (Mentha suaveolens). Frotando una hoja sobre la picadura, esta alivia y la hace más llevadera. También resulta muy útil contras las garrapatas (superfamilia Ixodoidea) ya que las espanta. Muchas veces la solución es vecina del problema. La suerte de la biodiversidad.
Al pie de los castaños (Castenea sativa), alisos (Alnus glutinosa) y fresnos (Fraxilus sp.) crece un arbusto bien curioso. Confundido con el acebo (Ilex aquifolium) por tener el fruto rojo, el rusco (Ruscus aculeatus) no alcanza las dimensiones de su primo más arbóreo, pero mantiene una belleza comparable. Aunque veas a otros animales comer sus frutos, para nosotros son tóxicos y no debemos consumirlos. Pero la planta es un antiinflamatorio eficaz y como tiene consistencia y rigidez, ha hecho competencia a las retamas (Cytisus sp y Erica sp.) en su función de limpiar el suelo. Sus hojas verdes no son hojas verdaderas, sino una transformación del tallo, donde crecen las verdaderas hojas claras y pequeñas sobre las que luego asoma la flor y el fruto redondo. Tiene tantos nombres como usos, pero destacan en el rico vocabulario nombres tan hermosos como la estrella de mar (en gallego, rañacú), o el rusco (en gallego sil(v)barda, (x)silvareira o azoutacristos). Recuerda que solo los pies hembra dan el fruto, igual que su primo el acebo (Ilex aquifolium).
Tapizan las rocas los mejillones (Mytilus galloprovincialis), lapas (Patella sp.) y bellotas de mar (Chthamalus sp.). Los tres son invertebrados marinos que podemos encontrar en las Salinas de O Ulló y Larache. Animales más que curiosos que son capaces de sobrevivir fuera del agua durante un tiempo considerable y permanecer aferrados a las rocas soportando los golpes del mar en las zonas más expuestas. Los mejillones (Mytilus galloprovincialis) son filtradores del agua de la que se alimentan e también indicadores de la salud del mar. Al no moverse de su anclaje, son testigos de lo que acontece, desde la detección de las mareas rojas hasta investigaciones que revelan la acumulación de microplásticos en los océanos y mares.
Fuera del agua los invertebrados terrestres son el número más abundante de especies. Entre los insectos ya encontramos la mayor diversidad. También tenemos moluscos, como el arion ou babosa (Arion sp.) y el caracol (Cornu aspersum) y también anélidos, como las lombrices de tierra (subclase Oligochaeta).
No podemos obviar la presencia de un insecto exótico e invasor que está causando problemas con las abejas (Apis mellifera) y abejorros (Vespa crabro). Se trata de la avispa asiática (Vespa velutina), que se alimenta depredando durante el día sobre avispas (Vespula vulgaris), abejas (Apis mellifera), hormigas (familia Formicidae), mariposas (orden Lepidoptera) y también de frutos y carne. Por la noche esta avispa se esconde en nidos redondos que fabrican en las copas de los árboles pero también en el matorral, cerca del suelo. En las salinas del Ulló y Larache podemos encontrar a un depredador natural de ellas, el abejero europeo (Pernis apivorus), un ave rapaz que llega en verano desde el continente africano para criar en nuestras tierras.
El abejorro europeo autóctono (Vespa crabro) también está padeciendo por su parecido con la avispa asiática (Vespa velutina), al morir por nuestras técnicas de control, aun siendo inofensivo para nosotros. Debemos aprender a diferenciar las dos especies.
Cuando al caminar cerca de una madreselva (Lonicera sp.) se levanta una mariposa de alas anaranjadas, puede que estemos presenciando el vuelo ágil y rápido de la doncella de las ondas rojas (Euphydryas aurinia). Sabiendo que de ellas se alimenta este insecto volador, es necesario mantenerla en las zonas del bosque de ribera y matorrales.
El grupo de los vertebrados, anfibios, reptiles, pescados, aves y mamíferos está bien representado en las Salinas de O Ulló y Larache y en la ensenada de San Simón, ya que estos no entienden de límites territoriales y tienen una gran capacidad del desplazamiento, sea por tierra, agua o aire.
En las marismas que quedan sin agua quizás podemos pensar que los peces tienen poco protagonismo, y cierto es que ellos necesitan del agua, pero el muble o lisa (Chelon labrosus, Mugil cephalus y otras especies) es uno de esos peces fantásticos a los que le prestamos poca atención.
Hace falta decir que llamamos muble o lisa (muxo en gallego) a varias especies diferentes que viven en nuestro litoral, pero diferenciarlos es tarea más complicada.
Como las plantas de las marismas, el muble tiene la capacidad de aguantar el agua dulce y puede remontar por los ríos y arroyos del fondo de la ría, llegando hasta las puertas de los embalses. Come lo que encuentra, y si tiene fama de sucio es porque nosotros no cuidamos lo suficiente lo que tiramos al mar.
No hace tanto tiempo que sapos y ranas eran muy útiles para saber de antemano si una mujer estaba en cinta. Más allá de esta curiosidad, los anfibios son un grupo animal de muchísimo valor, capaces de vivir y sobrevivir tanto dentro como fuera del agua. Cerca de las salinas, donde se conforman los canales de agua en el bosque de ribera, se escuchan los sonidos repetitivos de las ranas y sapos, como la rana ibérica (Rana iberica), la rana de Santo Antón (Hyla molleri) o el sapo corredor (Epidalea calamita), mientras otros, como las salamandras (Salamandra salamandra) y el tritón ibérico (Lissotriton boscai, Lissotriton helveticus, Triturus marmoratus), son algo más húmedos y discretos.
Hasta el fondo de la ría llega nadando el delfín mular (Tursiops truncatus), junto a las Islas Alvedosas, al lado de las Salinas de O Ulló y Larache. Este mamífero marino muestra su costado en la superficie del agua de forma solitaria o en manadas. Cuando se acercan demasiado a las playas pueden quedar varados. En ese caso, que debemos hacer? Comunicar rápidamente el sucedido, evitar que la gente se acerque, dejar más de 10 metros y no hacer ruido. Llamando al 112 te indicarán lo que debes hacer hasta que llegue la ayuda técnica.
Desde tierra, en momentos concretos del día y de las corrientes, se acercan dos mamíferos de cuatro patas hasta las salinas. Uno de ellos es la nutria (Lutra lutra), que camina por el espacio intermareal como si fuese la reina del lugar buscado cangrejos, pescados e invertebrados que se quedan varados en los vasos de agua cuando se retira la marea, pero también aves que andan despistadas.
También lo hace el zorro (Vulpes vulpes). Aunque más terrestre, se puede acercar a la marisma en el crepúsculo y en el naciente del día. Cuando divisa una presa se queda quieto mirando fijamente y luego se lanza de un salto para atrapar con las garras delanteras sobre su alimento.
Si existe un grupo de animales verdaderamente atractivos son las aves. La capacidad de volar las hace únicas. Muchos amantes de estos animales las persiguen, en el buen sentido, en sus recorridos por nuestras rías en los momentos del año que llegan para criar desde lugares tan alejados como el continente africano o cuando paran a descansar y seguir su viaje hacia tierras más al norte o al sur. Y las que nos acompañan todo el año también son importantes. Entre ellas las gaviotas (familia Laridae), cormoranes (Phalacrocorax sp.) y patos (familia Anatidae). Un grupo extenso de especies que se alimenta y se reproduce en el territorio de las Salinas de O Ulló y Larache, en la ría y en los acantilados e islas más oceánicas.
Las aves rapaces son depredadores superiores de una cadena alimenticia. Algunas de ellas tienen dietas muy estrictas y especialistas. Estas especies, más que otras, notan los cambios que ocurren en los hábitats, ya que dependen mucho de ellos.
El águila pescadora (Pandion haliaetus) es una de esas aves rapaces especialistas. Cuando llega desde países ecuatoriales de África dedica su tiempo a criar en los acantilados de roca de la costa y a pescar. Como que pescar?. Pues sí. De ahí su nombre. Su dieta es 100% pescado que captura echándose desde las alturas a por los peces que divisa durante sus vuelos en las ensenadas, estuarios y salinas como las de Vilaboa.
