Caminar con apercepción, prestar atención por donde se camina aunque sea nuestro recorrido diario. Con este gesto nuestros sentidos menos acostumbrados a atender nos revelarán sonidos, texturas y olores que pasaban desapercibidos. Las Salinas de O Ulló y Larache son un entorno privilegiado por sus valores naturales e históricos, pero también es lugar de ocio y bienestar de cada visitante que reciben.
Cuidar el patrimonio es responsabilidad de todos y todas. Tanto el patrimonio natural como el cultural son irrenunciables y tienen un enorme valor. Tenemos el deber y la obligación de preservarlo y conservarlo. Las Salinas de O Ulló y Larache son lugares únicos que no deben desaparecer bajo ningún concepto. Aún más, deben hacerse ver a todo el vecindario y también a los visitantes de nuestro territorio. La puesta en valor siempre tendrá repercusión, mientras sea de una manera responsable y priorizando la conservación de estos espacios.
La pérdida de la biodiversidad será el mal de la humanidad del próximo siglo. Está en nuestra mano frenar la pérdida de la biodiversidad de nuestro planeta. Comenzando desde nuestro territorio, todos tenemos poder para hacerlo. El equilibro entre especies y su hábitat es fundamental para que cuando aparezcan los problemas haya adaptaciones que le hagan frente. Los problemas de la vida se diluyen y son triviales con mayor diversidad de animales y plantas y se hacen más peligrosos y persistentes cuando la biodiversidad se reduce o incluso solo queda una especie animal o vegetal. Debemos mantener el equilibrio para sobrevivir nosotros y el resto de especies de nuestro entorno y del planeta.